lunes, 15 de diciembre de 2008

1. rockeros -inoperantes- de vacaciones ( V )

Loli se desplomó como si fuera el remate de uno de esos chistes absurdos que salen en la revista condorito. La mochila, el calor, la tierra, el camino. Todo era demasiado agobiante, así que al llegar a una, si se la puede llamar así, esquina, simplemente se dejó llevar por el propio peso de la mochila gigante y se cayó para atrás.

Un arbusto hacía las veces de sombra y porque no, de lápida de nuestra muerte súbita. Al llegar y verla, tiré el bolso y me uní al descanso de loli. El pololo caminó un poco más, ya que, aparentemente, el camping estaba cerca.

Un chico pasó arriba de un caballo. Nos miró y se rió.

No sabemos cuanto tiempo estuvimos ahí tiradas, pero en cuanto recobramos un poco las fuerzas, emprendimos nuevamente la caminata hacia el camping.

Llegamos.

El camping tenía muchos árboles y no era para nada improvisado. Un chico nos atendió. Nos reconoció como "las dos que estaban tiradas en el costado del camino" y luego de reirse un poco de y con nosotras, procedió a mostrarnos las parcelas, que sería el lugar donde uno arma la carpa. Una familia que justo llegaba se nos unió en el minitour por el camping.

Nos mostraron 3 parcelas, y justo cuando la familia parecía apropiarse de la mejor (o sea, la que tenía más sombra y estaba más cercana al baño) me interpuse con mi pataleo verbal de "no, no, yo quería esa de antes" y no les quedó más remedio que dejárnosla.

Así que entre los tres armamos la carpa y metimos las cosas adentro. Yo me tiré a dormir un rato y loli y el pololo se fueron a pasear, a ver los alrededores. En tan sólo un día habíamos estado en tres pueblos diferentes y ni siquiera estábamos seguros de querer quedarnos ahí.

Me desperté para el atardecer y me uní al paseo. Realmente estábamos muy cansados y a la hora de la deliberación, decidimos que al día siguiente abandonaríamos aquel camping y que nos trasladaríamos a capilla del monte. Que no sabíamos muy bien donde quedaba, pero que más daba.


El almacen estaba adentro del camping. Había un metegol y un pool. La mayoría de las cosas estaban hechas de madera. Y no tuvimos mejor idea que decidir que cenar mientras nos atendía la mujer. Compramos pan y empezamos a elegir fiambres, y resulta que el pololo no come carne y bueno señora, tiene tomates?
Tardamos mucho tiempo en decidirnos por la bolsa de pan, algunos tomates, queso y jamón. Y la gente que se acumulaba atrás nuestro, y murmuraban, porque tardábamos tanto, y la mujer que atendía que tenía cara de hastío de nosotros. Nosotros, con nuestra ropa oscura, nuestros jeans y las capuchas puestas.

Nos hicimos los sandwiches, los comimos y nos fuimos a dormir. Fue realmente un día muy agitado.

4 comentarios:

Lu dijo...

Hola Johana! Excelente desición, jaja, es hermoso Capilla.

Yo suelo ir a acampar a La Toma, el balneario en la base del cerro Uritorco. Espero que la hayan pasado bien ahí!

Tendré que esperar para ver como sigue, ajjaa. Besos!!

Anónimo dijo...

el unico que se la banca ahi es pololo

yo por lo general me quedo en verano cultivando sandias y tomates y me voy a cagarme de frio al sur

Anónimo dijo...

que buen manejo del habla que tengo
y me voy a cagarme de frio

johana marshall dijo...

l:
el uritorco... hahaha
y si, habrá que esperar.

mc:
posta, no sé loli, pero yo me declaro oficialmente floja y vaga